Hace unos años, cada vez que un artículo nuestro sobre las malas condiciones laborales en una empresa random del sector de la consultoría de este país llegaba a Meneame teníamos que leer bastantes mensajes individualistas del tipo “pues yo he emigrado a XXXX país porque me pagan más” o “yo me he cambiado de empresa a YYYY que es mucho mejor y me pagan más”. Esos mensajes, contrarios a cualquier atisbo de solidaridad y movilización, también los escuchábamos en nuestros centros de trabajo. Incluso en aquellos en los que la empresa había creado una situación conflictiva por medio de cualquier tipo de recorte, ERTE, ERE o lo que fuera.
Lo triste era que, en parte, era verdad. Había empresas que pagaban más, con mejores condiciones laborales y que parecía que estaban buscando gente siempre, contratando a personas senior casi todos los días. Triste porque era la excusa perfecta para el padefoTIC de turno. La huída hacia adelante de cualquier conflicto laboral. Una especie de “compro lotería de navidad a ver si me toca y salgo de este agujero ponzoñoso”.
Pero desde este año pasado la situación parece que ha vuelto a cambiar, otra vez. Alphabet, la matriz del gigante Google, ha anunciado el despido de 12.000 personas a nivel global, IBM estima despedir al 1,5% de su plantilla, Microsoft va a despedir a 10.000 personas, Meta, la empresa matríz de Facebook fue la primera en subirse al carro de los despidos tras anunciar un recorte del 13% del personal. Otras empresas gigantes del sector como Oracle también han anunciado despidos. Esta situación va a afectar, tarde o temprano, a todo el mar de consultoras que pululan por el sector en este país. Y cuando lleguen los recortes a tu consultora actual, el mantra de “pues no pasa nada, porque me voy a una empresa mejor” carecerá por completo de sentido. ¿A qué empresa mejor que Google, Microsoft, IBM u Oracle dices que vas a ir? Porque no olvidemos que estos despidos masivos no son debidos, principalmente, a pérdidas económicas, sino a incertidumbre. Las empresas dudan y, en previsión de posibles pérdidas, prefieren tirarte por la borda antes que asumir números rojos y que sus inversores monten en cólera.
Podríamos utilizar el slogan de la movilización contra la cumbre del G8 en Londres en 2013 “No more excuses”. Ya no hay excusas para no plantar cara a los despidos. Ya no hay excusas para no organizarse, no afiliarse y no coordinarse con otras personas trabajadoras del sector. Si algo está quedando claro cristalino de esta situación es que, por muy buena que sea la empresa en la que estás trabajando, muy buenas que sean condiciones laborales, por mucha ayuda a la conciliación, por mucho fomento del trabajo en equipo, por mucha mesa de ping pong y fruta los miércoles, va a llegar el día en el que el dios Mercado pida sacrificios en forma de recortes de personal. Y volvemos al mantra ¿a qué empresa, a qué país dices que piensas ir?
Nosotras lo tenemos claro. La única forma de afrontar esta situación es mediante la solidaridad y el apoyo mutuo. Debemos estar unidas y organizadas. Y no sólamente afiliándose para pagar una cuota y poder tener un abogado, sino afiliándose para, de forma activa, organizarse en las empresas y apoyar a aquellas personas que necesiten ayuda. No somos el Equipo A. Los sindicatos no son una cosa, un señor que está detrás de un teléfono al que llamamos para pedir cosas y nos develve respuestas, un contacto con un abogado o algún burofax a la empresa. El sindicato somos todas las personas que militamos en él. Ya no tienes excusas; afíliate y participa.
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