“Entorno dinámico y colaborativo… asumir nuevos desafíos y potenciar tu desarrollo… Igualdad de Oportunidades, diversidad e inclusión… Cultura de transparencia… coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos…”.
Os llegarán comunicaciones de la empresa con este tipo de palabras huecas vacías, que son como el humo de la moto que nos quieren vender. La mayoría de las promesas de la empresa para generar un entorno más humano y valorar verdaderamente a las personas y sus capacidades acaban como el resto de gestiones que hemos relatado en esta serie de comunicados: en una mezcla de nada y de cosas mal hechas.
Tenemos ejemplos como el programa de Referidos. Puedes proponer a una persona para un puesto vacante y te compensan si lo contratan. Hemos comprobado que no funciona, no tienen en cuenta los CV que reciben y no te contestan ni para confirmar la recepción ni mucho menos agradecerla.
Hemos hablado estos meses de la ausencia de formación, los salarios congelados, el abandono de RRHH, managers que ni siquiera hacen los calendarios. A esto se suman casos concretos de gente que es sacada sin motivo de proyectos interesantes donde están a gusto, llevadas a proyectos mal gestionados. A veces estos proyectos se cierran y se despide automáticamente a la gente. Otros muchos casos muestran desorganización, abandono (sabemos de un proyecto cuyo manager lleva desaparecido 3 meses) y tener que hacer malabares delante del cliente. Hay gente que quiere progresar, se forma incluso por su cuenta para poder aspirar a otro puesto vacante y la empresa se lo deniega sin motivo.
Muchas de estas situaciones acaban con la persona, si no ha sido despedida, desistiendo y yéndose de la empresa. Y la empresa no hace nada por evitarlo, al contrario, hacen las cosas mal hasta el último día. Asumen que la rotación del sector es alta y les beneficia no tener trabajadoras estables. Nos llegan casos de trabajadores a los que se les intenta quitar las vacaciones que ya tenían solicitadas, o al revés, obligar a cogerse vacaciones en los días que le quedan para pagarles menos en la liquidación. También intentar recortar las horas de libre disposición, cuando, al haber tenido jornada irregular, si te vas antes de verano, habrás hecho de media muchas horas de más.
Uno de los compañeros que nos contesta a los comunicados, lo sintetiza muy bien en esta frase: “La ‘cultura de la empresa’ en Getronics no es que sea falta, es que es nula.”.
Os traemos el testimonio de otro compañero que refleja el sentimiento de la mayoría de trabajadoras y trabajadores de Getronics:
"Me harté de la pérdida de poder adquisitivo que he sufrido durante mis últimos años en Getronics. Después de haber pedido un aumento de salario en 2022 (algo que habría hecho antes si no hubiese sido por las veces que mi responsable me hizo sentirme culpable) y haberle parecido bien a mi responsable en ese momento, no vi nada efectivo hasta septiembre de 2023. Simplemente fue debido a un cambio de convenio y tras haber pasado más de un año de pedir el aumento (aumento que en la mayoría de los casos es absorbido por complementos personales). A todo esto, me sumé a la huelga de junio de 2023. En 2024 le dije a mi responsable que el pequeño aumento de salario que tuve en 2023 me pareció insuficiente, que ese aumento debería hacerse todos los años de manera general y además que a mí me tendrían que haber hecho un aumento más significativo por haber mejorado mi manera de trabajar con la experiencia y haber aumentado mis responsabilidades. A lo que me respondió que ya se lo diría a sus superiores, pero nunca tuve feedback, así que decidí buscarme otra alternativa, he pedido una excedencia. La excedencia la he pedido para poder mantener la antigüedad de 8 años, pero espero que la vida no me trate tan mal para que yo necesite volver a trabajar por esa miseria que cobraba en Getronics. Cuento la historia simplemente para que se sepa y por si al menos mi historia sirve para que alguien en Getronics decida hacer algo para retener talento. Me pregunto si a la hora de ganar los concursos en cada cliente, se tiene en cuenta este detalle, no sé hasta qué punto los clientes quieren tener como proveedor a una empresa que tiene empleados descontentos con las condiciones laborales y las cosas ya no funcionan como la década pasada, los precios han subido mucho desde 2022 y me extrañaría que otras empresas no hayan movido un dedo al respecto, sabiendo que las empresas tienen la capacidad de subir sus tarifas y si quieren retener talento, tienen que hacer lo propio con los salarios.".
Seguro que leyendo esto os habrá recordado a esta última nómina en la que la subida del convenio se habrá quedado a cero en la mayoría de los casos.
Para acabar este correo antes de desearos feliz verano, recordamos que la organización y unión de las trabajadoras y trabajadores es lo que hace que las cosas mejoren. Que cada una y uno de nosotros debemos impedir que nos hagan irregularidades y que defenderse funciona.
Como ejemplo, solo con nuestra última serie de comunicados, justo después de decir que se estaba incumpliendo el convenio al no actualizar los salarios, la empresa emitió una nota justificándose, y la semana pasada, tras haber señalado la falta de herramientas para comunicarse con RRHH, anuncian que, por fin, RRHH ha migrado a ServiceNow.
Los derechos no se defienden solos, organízate y lucha, por ejemplo uniéndote a un sindicato que no firma un convenio indignante.
Feliz y reivindicativo verano.
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