Un año más, vamos a salir a la calle en el Día Internacional Contra las Violencias Machistas, y un año más las mujeres seguimos siendo asesinadas por el simple hecho de ser mujer.
Los escalofriantes datos estadísticos nos dicen que una mujer es asesinada cada 6 días en España, y con ellas familias destrozadas, hijas e hijos que han tenido que convivir con el maltratador o incluso sufrir esta violencia.
Instituciones y partidos políticos de cualquier color, se van infiltrando en los movimientos feministas, con sus propias políticas e intereses partidistas, pero sin plantear ninguna propuesta para acabar con ningún tipo de violencia machista, luego se ponen la chaqueta feminista para que sus medios de comunicación difundan la foto, y nos sigan engañando explicando los grandes avances en derechos y libertades de las mujeres.
Mientras, la violencia machista sigue firmemente enraizada en esta sociedad machista, patriarcal y capitalista.
Las mujeres y personas de géneros disidentes, seguimos sufriendo discriminación, persecución y acoso en el trabajo, en el acceso a bienes y servicios, en la calle, en las redes sociales y en todos los estratos de esta sociedad.
Ahí están los pinchazos en fiestas y discotecas, para extender el miedo a las mujeres y sus familias, en un intento de apartarlas del espacio público y que vivan con miedo permanentemente.
Los abucheos, gritos e insultos desde una residencia universitaria elitista, defendida como un rito habitual por las mismas agredidas, perpetuando además de la violencia machista, la segregación por sexos y la discriminación clasista.
El derecho al aborto voluntario todavía depende del lugar donde vives y de los recursos que tengas. Un sistema sanitario que no respeta el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, una visión androcéntrica donde se practica violencia obstétrica y a menudo ni siquiera se nos informa ni se nos pregunta.
Violencia machista también es una pensión de miseria tras toda una vida cuidando a la familia, o haciendo trabajos de cuidados, que además siguen siendo los más precarios. Doblemente precarias por ser mujeres.
Un mundo global donde la violencia y la represión a las mujeres es constante, por razones políticas, por religión o por tradiciones patriarcales. Mujeres violadas en guerras interminables, mujeres y niñas secuestradas, vendidas y asesinadas. Países donde todavía se practica la mutilación genital femenina.
Pero no nos callamos, seguimos y seguiremos luchando, originando revoluciones como la que se está llevando adelante en Irán, tras el asesinato de Jina Amini, donde a pesar de la dura represión del gobierno iraní, la lucha sigue en la calle, aunque hayan matado a cientos de personas, entre ellas a la periodista, también kurda, Nagihan Akarsel.
Desde la CGT seguiremos y seguimos apostando por la lucha ante cualquier tipo de injusticia, en nuestro lugar de trabajo, en la calle, en los centros educativos, en la sociedad… en todas partes, a través del apoyo mutuo, la autogestión, para poder conseguir una sociedad más justa donde todas, todos y todes podamos vivir en una sociedad igualitaria que respete los valores de la diversidad y la importancia de todos los seres humanos.
Si tocáis a una respondemos todas
Ninguna mujer más asesinada
Mujeres libres de violencias machistas
Patriarcado y capital, violencia estructural
AUTODEFENSA ANARCOFEMINISTA
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