Trabajamos en el sector informático. Trabajamos en empresas que imponen un constante reciclaje en tecnologías. Formamos parte de proyectos que mantienen en funcionamiento los principales sectores de la economía: bancos, eléctricas, telecos, citas sanitarias, tráfico aéreo, señalización de carreteras, tráfico y gestión de mercancías, etc... Pero a pesar de esto no tenemos vida. Nuestro sector está plagado de puestos de trabajo con unas condiciones precarias: abundan los despidos colectivos, los abusos horarios, las horas extra no pagadas con jornadas de sol a sol, los trabajos por encima de categoría y los contratos de autónomo o por obra en claro fraude de ley.
Desde hace años la subcontratación es el gran lastre de nuestro sector. Raro es el puesto de trabajo ofertado por la empresa final. Siguen siendo minoría las empresas que realizan proyectos cerrados y no se dedican al mercadeo de trabajadores. La mayoría de consultoras no son más que ETTs disfrazadas de empresas tecnológicas en las que se dan constantes casos de cesión ilegal de trabajadores a costa de los impuestos de todos. En algunos casos lo demuestran teniendo como oficina central un “piso franco” o unas exiguas oficinas en las que apenas cabe un 10% de la plantilla. Esta generalización amparada por prácticamente todas las grandes empresas y administraciones públicas merma las condiciones laborales y la capacidad de organización de las personas que trabajamos en el sector TIC.
Es sangrante el caso de los proyectos para la administración pública, en los que se dan constantes casos de cesión ilegal de trabajadores a costa del dinero de todos. No se ofertan puestos de trabajo a cargo de la administración para puestos que llevan años siendo desarrollados por trabajadores subcontratados. Toda la subcontratación, a cuenta de la administración o de las grandes empresas de casi todos los sectores, solo supone una importante merma de las condiciones laborales, sueldos más bajos y temporalidad.
Los despidos colectivos, mal llamados EREs, es otro de nuestros caballos de batalla constante. Empresas como Cap Gemini acumulan ocho procedimientos de despido colectivo en la última década. En 2014 todas las grandes consultoras se coordinaron para realizar despidos colectivos sin que afectara a los clientes, tumbando así casi toda posibilidad de éxito de cualquier huelga, por indefinida que fuera.
En este panorama se habla de negociar el convenio, cuya ultraactividad negaban los que ahora se agarran al mantra de la “unidad sindical”. No queremos una negociación a pérdidas. No hay necesidad de negociar un nuevo convenio que empeore las condiciones de este, ya de por si bastante restrictivo. No queremos que se mercadee con el derecho a cobrar la antigüedad, única forma de obtener un incremento salarial en el sector. No queremos que se mercadee con las categorías profesionales para obtener pequeñas mejoras en los artículos del convenio que solo aplican a los sindicatos con representatividad a nivel estatal.
Ante esta situación no queda otra opción que organizarse. Nos negamos a seguir tragando con el abuso, el engaño y el despotismo. Nos oponemos a una negociación a la baja del convenio. Llamamos a todas las personas que trabajan en el sector TIC a organizarse y hacer visibles estas reivindicaciones.
Porque ni la corbata ni los dos monitores LCD frente a los que trabajas te van a salvar de recortes salariales, despidos colectivos y más precarización.
Por todo ello os invitamos este jueves 27 de octubre a una concentración de la #MareaBinaria en Madrid en Gran Vía frente al edificio Telefónica a las 19:00.
Sal del twitter, toma la calle.
Más información en http://mareabinaria.org/
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