viernes, 31 de mayo de 2019

Dime con quién te reúnes y te diré qué acuerdas

Hoy nos toca escribir sobre un tema complicado e incómodo: el registro de la jornada. Con este comunicado quizás no nos ganemos muchos colegas, pero creemos que es nuestra obligación hablar claro y poner los puntos sobre las íes. El tema va a dar para largo pero por algún lado tenemos que empezar.

Como ya os comentamos en el anterior comunicado, esta semana nos volvimos a reunir con la empresa para tratar de nuevo las modificaciones en el artículo 34 del Estatuto de los Trabajadores.

En la reunión estaba convocada la RLT (Representación Legal de los Trabajadores)  que a la empresa le ha parecido bien, porque, supuestamente, estábamos toda la RLT de ICT y Global Rosetta. Bueno, toda no, no estaban convocados los comités que ellos consideran que están vencidos como el de A Coruña, aunque llevan en la misma situación desde 2015 y, hasta ahora, no había sido un problema. Tampoco hay nadie de CMC, dos empresas dentro del entramado de Getronics en España provenientes de la antigua COLT. Y por supuesto tampoco se plantea que lo acordado pueda afectar a FSS, que, aunque no tiene RLT, también son trabajadores (unos más que otros, pero se nos entiende).

Esto podría parecer que no es muy importante, pero creemos que es interesante empezar por explicarlo porque a día de hoy no somos capaces de conseguir que se nos entreguen datos del resto de empresas del grupo o tener unas cuentas conjuntas a nivel de Getronics España. Por tanto, sólo podemos entender que tras esta división entre quién es digno y quién no para estar en esta reunión, está escoger en cada caso a quienes sean mejores para negociar qué cosas. El Estatuto de los Trabajadores tiene diferentes fórmulas para escoger quién está legitimado para realizar una negociación con la dirección de la empresa en nombre de los propios trabajadores, la mayoría recogido en el artículo 41, y no hay nada que se parezca a la fórmula escogida por la empresa.

Al final, lo que busca la empresa con esta forma de trabajar es que elaboremos una propuesta desde los sindicatos y la dirección solo opine o ponga vetos. De esta manera, la responsabilidad del sistema que se implante podría recaer en la RLT. La RLT está para evitar abusos de las empresas, no para hacer el trabajo de RRHH u otras áreas.

Y por estar así se ha llegado a una situación tan surrealista como que esta sección sindical pregunte a Relaciones Laborales cómo van a solucionar cierto tema y que responda otra sección sindical de otra empresa en lugar de ser la propia empresa quien lo explique. O incluso que sea un sindicalista quien diga que las excepciones las discuta cada trabajador con su jefe, dejando inservible la unión sindical. ¿Estamos perdiendo el norte?

Continuará...


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